sábado, 15 de junio de 2019

Wiñoy Xipantu - Año Nuevo | Por Pedro Cariman


“ W i ñ o y    X i p a n t u ”

Nuevo Ciclo de Tiempo en la Naturaleza del Hemisferio Sur de la Tierra

AÑO NUEVO EN EL “WALLMAPU”

¿Por qué el Pueblo Mapuche celebra en estos días de Junio su Año Nuevo?

Los mapuche son un pueblo originario cuyo territorio está ubicado en el Hemisferio Sur de la tierra, más precisamente en el llamado Cono Sur de América entre los océanos Atlántico y Pacífico. Por milenios han construido su cultura y conocimiento en relación con ese entorno natural al punto de concebirse como una parte más de él; su nombre colectivo y el de su idioma así lo refleja:

MapuTierra, territorio, cosmos; Che: Gente, persona; ZugunHabla, sonido. Así, la palabra Mapuche significa gente de la tierra, y Mapuzugun, el habla de la tierra.

De ese estrecho vínculo sociedad-naturaleza en un plano de igualdad, el conjunto de los conocimientos materiales y simbólicos producidos por este pueblo parte de la idea de necesaria relación de reciprocidad existente entre las personas, y entre éstas y los demás elementos presentes en el entorno más cercano, así como con el entero cosmos hasta donde la vista e intelección humana pueden alcanzar. Desde los actos más cotidianos: el sentido en que circula una ronda de mate, por ejemplo, o la palabra en una reunión, lo hacen en dirección circular derecha-izquierda tal como el ojo humano percibe el movimiento de los astros en el espacio estelar; pasando por las concepciones socioeconómicas: el orden de lo colectivo-comunitario asegura derechos familiares e individuales, organización del uso, consumo, intercambio, distribución y apropiación social de los bienes materiales, orden social en que las necesidades básicas de la vida no son objeto de comercio; hasta la concepción de organización filosófico-político-territorial más  amplia, donde los bienes comunes naturales como las aguas –lluvias, vertientes, ríos, mares-, bosques, montañas, etc., son elementos con espíritu viviente al igual que lo es la persona humana: un cuerpo material habitado por un espíritu que le da vida, todo ello parte de  esta idea de relación recíproca sociedad-naturaleza.

Esta concepción de la vida y su organización social, se ordena según el pulso temporal surgido de la tierra y  su relación con el espacio más amplio: el cosmos. Emerge así una especie de calendario natural que establece al tiempo, su movimiento y sus cambios en forma cíclica tal como es percibido y vivido por las personas; hay un momento en que el ciclo de tiempo se inicia, avanza por distintas etapas, culmina, vuelve a comenzar y así va y vuelve para recomenzar una y otra vez. Frases de uso cotidiano así lo reflejan:

“ Kiñe xekan alka wiñotuy antü… ”

A paso de gallo - lenta, gradualmente - vuelve otra vez el sol

La astronomía llama a este fenómeno Solsticio de Invierno: momento de máxima inclinación del eje de rotación de la tierra hacia el polo sur; máxima distancia entre el sol y el hemisferio sur (en este caso); se produce la noche más larga del año y el día más corto, luego el proceso se invierte gradual y lentamente: los días se harán más largos y más cortas las noches. Por su parte, de diversas formas los mapuche nombran al momento en que ello ocurre: Wiñoy xipantu: La vuelta del año; We xipantu: Año nuevo; Wüzal xipantu: Momento de separación entre el tiempo que termina y el que comienza; Wiñol xipantu: Lo que hace volver al año; Pürapagaw: Constelación cuya reaparición se busca por estos días y se toma como señal de inicio del nuevo año.  Esto sucede entre los días 20 y 22 de junio de cada año. De esta forma, Wiñoy Xipantu puede traducirse directamente como Año Nuevo para los Mapuche, porque la tierra en esta parte del planeta comienza un nuevo ciclo de tiempo revitalizada por la energía del sol que cada día gradualmente alumbra más, hasta desplegar vida visible en nuevos retoños de toda clase en las etapas de tiempo por venir de la forma siguiente:

Inicio del ciclo de tiempo con la etapa llamada Pukem: Invierno, con noches más largas, días más cortos, más humedad y lluvias. Le sigue el tiempo de Pewü: Primavera, días de luz que se equilibran con el de las noches, etapa de nuevos brotes por doquier. Continúa el tiempo de Walüg: Verano, días más largos, la luz se impone a la oscuridad, grandes calores, todo madura y comienza a secarse. Finalmente, el tiempo de Xafkem: Otoño, la luz cede ante la oscuridad, la tierra casi ya sin energía comienza a descansar, todo en la naturaleza tiende a secarse, caerse, culmina el ciclo cuando llega la noche más larga y se renueva con Wiñoy Xipantu, el lento y gradual regreso del sol.


Así, el año nuevo para los mapuche, como para otros pueblos originarios del mundo, se relaciona al momento en que la tierra toma nueva energía del sol y con ello comienza  a germinar todo en su interior. La conciencia del significado que para la vida tiene este acontecimiento natural lleva a estos pueblos a vivirlo de manera especial, por medio de diversas ceremonias festivas y sagradas. Para el caso del Pueblo Mapuche en nuestra región, además de festivo y sagrado son momentos de honda reflexión y predisposición positiva para el nuevo tiempo que recomienza; para un pueblo sometido por la fuerza estatal a ordenes sociales e ideas externas  colonialistas respecto de su propio desarrollo político y cultural, acontecimientos como este han sido tergiversados imponiéndose, por ejemplo, para su celebración un santoral (el San Juan) el día 24 de junio, hecho este que ha confundido su sentido original, así, las generaciones mayores suelen reunirse ese día para las celebraciones correspondientes; aunque el uso del idioma como instrumento de conocimiento, más la conciencia político-cultural de las actuales generaciones hijas de este pueblo, les ha permitido iniciar una tarea de esclarecimiento que les va llevando a recuperar, retomar y encausar su significado como parte importante del proceso mayor de recuperación política, cultural, territorial, educacional, etc., en que se encuentra actualmente el Pueblo Mapuche tanto en los ámbitos urbanos como rurales de su histórico territorio.

Finalmente, es posible concluir con que se trata del Año Nuevo en esta parte del planeta (Hemisferio Sur). El año nuevo que se celebra entre la noche del 31 de diciembre y el I° de enero es una imposición colonial de Europa (Hemisferio Norte de la tierra), allí es invierno en ese momento, mientras aquí es verano y nada nuevo en la naturaleza hay. Es en el mes de junio cuando aquí todo comienza a renovarse de la forma ya descrita. Con este fundamento el Pueblo Mapuche celebra en este tiempo su año nuevo y, en los últimos años, lo hace abriéndose y realizando un llamado al conjunto de la sociedad para que asuma su derecho a hacerse parte de un acontecimiento natural portador de conocimientos y valores de vida que también la involucra. Una buena razón para que celebremos conscientemente también todos/as los/as que vivimos en esta parte de la tierra. En ese todos, la Escuela como institución encargada de la tarea de trasmisión de valores puede y debiera ser una instancia que abra el acceso a estos conocimientos a las nuevas generaciones que en ella se forman, comenzando así a remediar una situación histórica que la ha tenido como represora de estas manifestaciones culturales; será también una manera de comenzar a incorporar contenidos antes injustamente ignorados por las políticas discriminadoras del tradicional sistema educativo, constituyéndose así en parte del aporte que la institución escolar debiera realizar en la construcción de una sociedad más justa, democrática y respetuosa de la historia y la diversidad sociocultural presente en la comunidad educativa que atiende y que vive en el territorio ancestral de este pueblo.

Wallmapu ñi Puelmapu mew | En el Este del Territorio Ancestral Mapuche

Wiñoy Xipantu ñi Pukem antü mew | En el Invierno del Año Nuevo  que Vuelve

Newken waria, 20 – 24 / Kuniw küyen - 2017 | Ciudad de Neuquén, 20 - 24 – Junio / 2017

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