domingo, 31 de marzo de 2019

" EL DÍA QUE ALFONSÍN ESTUVO EN MADRYN "

En 1985, el primer presidente constitucional tras el regreso de la democracia, Raúl Alfonsín, llegó a la ciudad para inaugurar la planta de la empresa Harengus.
Yo estaba en la primaria, y con la escuela fuimos al acto que se desarrolló en la puerta del consejo deliberante.
Por suerte nos ubicaron en primera fila, por lo que pude verlo desde cerca (casi que lo podía tocar).
En aquellos años el intendente era Osvaldo Sala, y lo loco fue que en ningún momento se mezclaron los partidismos, sino que prevaleció el argentinismo por sobre todo.
Recuerdo sentir orgullo de pertenecer y ser parte.
Lo veía como a un abuelo colectivo. Un abuelo de tod@s, que nos cuidaba y que buscaba lo mejor para el país y el mundo. Yo ya sabía de donde habíamos salido, ya que en mi casa se hablaba de política y derechos humanos en forma fluida.
También me acuerdo de aquellas noches de SEMANA SANTA que no dormí, porque mis viejos se habían ido de casa a reunirse con l@s compañer@s de militancia, porque Aldo Rico y sus "carapintadas" querían frenar los juicios a los genocidas de la dictadura militar.
Después vino la hiperinflación, el menemismo y todo lo que ya sabemos, pero nunca deje de respetarlo.
El día que murió, yo estaba en Buenos Aires y fui parte de la multitud que rodeo el congreso para despedirlo.
Mirando los ojos de l@s miles que hacían fila para entrar y poder saludarlo, entendí eso a lo que le dicen "PATRIA".
Tod@s entendíamos que fue un tipo con buena voluntad, y por eso le perdonamos los asuntos que no supo (o no le dejaron) resolver.
Sabemos que hizo lo que pudo, y por eso la historia lo va poniendo, de apoco, en el lugar que le corresponde. 

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